domingo, 4 de abril de 2010

V. RODILLA. ESCULTOR IMAGINERO



Tras aprender el oficio de escultor en su Valencia natal, cumpliendo el servicio militar en el año 1923, realizó en nuestra ciudad su primera obra de arte sacro: la imagen de San Fernando para la Capilla Castrense

V. Rodilla: escultor imaginero de fama

mundial iniciado en Melilla

por Juan Díez y José Marqués


El artista escultor Vicente Rodilla Zanón, nacido en Siete Aguas, provincia de Valencia en el año 1901, recobró protagonismo recientemente en nuestra ciudad por el hallazgo de parte del mapa de España en relieve que ejecutó en 1924 junto a la pista de patinaje.
Un hallazgo realizado en el transcurso de las obras de rehabilitación del Parque Hernández y que nos impulsó para ahondar aún más en la trayectoria artística de su autor: V. Rodilla. Poniéndonos para ello nuevamente en contacto con su hijo, investigadores e instituciones de la Comunidad de Valencia. Y fruto de todo ello ha sido un enorme caudal de información relativa a su producción artística, que durante las décadas que siguieron a la finalización de la guerra civil estuvo centrada en la imaginería, cuyo primer trabajo realizó en nuestra ciudad: Una imagen de San Fernando destinada al culto en la Capilla Castrense.
Un protagonismo melillense que toma aún mayor interés por el elevado lugar que ocupó V. Rodilla entre los imagineros de la Escuela Valenciana de Posguerra, así como por el hecho de que residiera con nosotros entre los años 1923 y 1929, e incluso aquí contrajera matrimonio y le naciera su primer hijo. Pues terminada la mili continuó trabajando como profesor en la Escuela de Artes y Oficios.
Es por ello, y con ocasión de la celebración de la Semana Santa, que a continuación evocamos someramente la figura de Rodilla como gran maestro de arte sacro.

Imagen de San Fernando
En el transcurso de la estancia de Vicente Rodilla en Melilla, a finales del año 1923 concluyó la que sería su primer trabajo de arte sacro: La imagen de San Fernando, Patrón del Cuerpo de Ingenieros, destinada a su culto en la recién inaugurada Capilla Castrense. Levantada en el Barrio del Mantelete, sobre los terrenos de la antigua Comandancia de Artillería gracias a proyecto de Francisco Carcaño Más, Ingeniero Militar, escritor y periodista melillense.
Luego de dos meses de trabajo a contrarreloj, Vicente Rodilla pudo concluir la obra gracias al apoyo constante de su jefe, el coronel de Ingenieros Luis Andrade. Quien le ayudó a superar los últimos obstáculos que impedía concluir la talla, pues ésta debía contar con artística decoración ornamental difícil de realizar en Melilla por la falta de profesionales competentes. Pensándose incluso en trasladar la figura a la Península para tal menester, con la consiguiente posibilidad de que se deteriorase. Más felizmente, a última hora los esfuerzos del coronel dieron sus frutos y se pudo tener el auxilio de dos soldados artistas también de la Comandancia de Ingenieros, el decorador barcelonés José Espalta y Andrés Contreras que confeccionó el logrado repujado de la espada que esgrime el Santo.

En el mes de abril del año 1924 V. Rodilla también participó junto con los soldados José Espelta y Temístocle Rodríguez en la confección de una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y un cuadro al óleo de San Vicente Paúl, obsequios realizados a Sor Josefina Pescador, Madre Superiora del Hospital de la Cruz Roja de Melilla.

La imagen fue bendecida por el vicario castrense, Sr. Maza, y actuaron como padrinos la señora del coronel médico Sr. Coll y el coronel de Ingenieros Sr. Andrade.

Consagración
La ratificación de Vicente Rodilla como excelente maestro imaginero le vino dada en los años de mayor auge en España en la realización de tallas religiosas y otras artes menores anexas. En las décadas que siguieron a la finalización de la guerra civil española, cuando hubo necesidad de reponer las miles de obras de arte que en iglesias, conventos, ermitas , capillas y hermandades fueron destruidas por los marxistas y anarquistas en su “cruzada” cargada de tanto odio y rencor como ignorancia.
Una gran demanda de arte sacro que enseguida propició negocios oportunistas como el emprendido por algunos talleres en Madrid y Cataluña, que inundaron el mercado de imágenes confeccionadas en serie, de modo industrial y más económico. Ante ello, y seguramente a instancia de los artistas valencianos, el arzobispo Prudencio Melo creó una comisión de control, que mediante la comprobación de bocetos y su confección con maderas nobles, veló por la recuperación del patrimonio artístico y por ende de ofrecer trabajo a los aproximadamente veinticinco talleres entonces dedicados a ello en Valencia. Siendo uno de éstos el propiedad de Vicente Rodilla, que al igual que los otros conoció una época dorada. Prueba de ello es que tan sólo el Arzobispado de Valencia tiene inventariadas ciento quince imágenes firmadas por V. Rodilla en esa provincia.
Excelente momento que comenzó a menguar tras los aires innovadores en la Iglesia surgidos en el Concilio Vaticano II ( 1962 – 1965 ).
Vicente Rodilla en el año 1945 fundó el Gremio de Imagineros, menester que lo llevó a representar a sus compañeros artesanos como Procurador en Cortes.


Cristo en la columna, Alzira


Arzobispado de Valencia
Buena parte de la obra religiosa realizada por V. Rodilla en su provincia natal la conocemos gracias al detallado inventario de su patrimonio confeccionado por la dirección del archivo metropolitano del Arzobispado de Valencia. Donde nuestro escultor figura como autor de al menos ciento quince imágenes, de ellas cuarenta representan las figuras de santos, veintisiete de Jesucristo, otras cuarenta de vírgenes y tan solo una del Creador.
De entre los santos más elaborados figuran San Juan Bautista y San Vicente Ferrer. Mientras que de las advocaciones de vírgenes destacan la del Rosario, Dolores y los Desamparados. Y finalmente de entre el conjunto de imágenes de Jesucristo más divulgadas por V. Rodilla están las del Sagrado Corazón de Jesús, Cristo Crucificado y Ecce Homo.
Una ingente obra que se puede admirar en 65 localidades de la provincia de Valencia. Siendo en la capital de la Comunidad donde está más visible el genio creativo de Rodilla, en concreto con 9 imágenes repartidas por siete parroquias. Le sigue la población de nacimiento del artista, Siete Aguas, en cuya iglesia de San Juan Bautista dejó 8 trabajos: San Blas, Santa Recicla, Cristo de los Afligidos ( en la Cruz ), Cristo Santísimo, Virgen de los Dolores, la Purísima Concepción y dos San Juan Bautista. Y por último la localidad de Benifayo, con cinco imágenes expuestas en su Parroquia de San Pedro Apóstol.

Algunas obras
De entre los cientos de trabajos de arte sacro ejecutados en el taller regentado por nuestro admirado maestro escultor V. Rodilla, con carácter orientativo podemos mencionar las que realizó en la casa natal de San Vicente Ferrer en Valencia capital. Y entre las que se procesionan en el transcurso de la Semana de pasión, dos que lo hacen en la localidad de Alzira y una tercera en Sagunto.
Con motivo de la conmemoración del V Centenario de la canonización de San Vicente Ferrer, en el año 1955, a V. Rodilla se le encargó para la casa natal del santo en la capital del Turia, la realización de una talla en madera de este Santo Patrón de la Comunidad de Valencia, en estilo barroco y actitud de predicar, así como el retablo del altar, de estilo gótico con madera tallada y patinada.
Por solicitud de la Cofradía del Cristo en la columna de Alzira, V. Rodilla confeccionó en 1955 el conjunto de igual denominación, que consta de las imágenes de Jesús, un soldado y dos verdugos. Y al año siguiente realizó el Cristo Crucificado en la Agonía, en tamaño natural y que en la actualidad constituye uno de los mejores pasos de la Semana Santa de Alzira.
Y finalmente, recordar que bastantes años atrás, en 1942 y en Sagunto, para la Cofradía de la Purísima Sangre realizó en madera el Santo Sepulcro, cuyo original fue quemado en 1936.
Podemos también mencionar que Vicente Rodilla vio asaltado su taller y tuvo que esconderse durante algún tiempo en los inicios de la guerra civil, así como sufrió prisión por un único delito: ser hermano de un religioso.

Virgen Japonesa
En los últimos años nuestro escultor se amoldó a las exigencias de la moda funcional y con notable éxito otorgó ligereza y libertad a sus imágenes, tanto laicas como religiosas.
Posiblemente la obra de Vicente Rodilla que más atención despierta se encuentre muy lejos de España, en Japón. Hasta donde llegó la fama de nuestro escultor y encargo de una virgen exótica, de ojos oblicuos. Que levanta tanto y cariño y veneración como curiosidad entre quienes la contemplan.
Cuando la demanda de imágenes religiosas declinaba, el espíritu inquieto e innovador de Vicente Rodilla comenzó a practicar con trabajos de mosaicos en relieve, unos trabajos de gran belleza y ostentación que pronto le repostó fama mundial. Utilizando técnicas de su invención a partir del año 1959, recibió infinidad de encargos tanto de España como del resto del mundo. Llegando en ocasiones a emplear hasta treinta mil teselas de mármol para confeccionar uno de sus murales en relieve.

Rodilla que también practicó la pintura al óleo, falleció a la edad de setenta y tres años, el 29 de agosto de 1974. Quedando para la eternidad su amplia y elevada obra, su nombramiento como Hijo Predilecto de Siete Aguas y el título de una calle en Valencia capital: “Escultor Vicente Rodilla”:


Otros artistas en la Melilla de los años cincuenta
Gracias a la consulta del programa de la Semana Santa de Melilla editado en el año 1954 por publicidad “AVANZA” y confeccionado en los talleres de Gráficas El Cisne de nuestra ciudad, conocemos algunos datos acerca de aquellos artistas que con maestría y mucha laboriosidad ejecutaron algunos pasos de los que se procesionaban por nuestras calles en los años cincuenta del pasado siglo, un momento de auge de la religiosidad local iniciado algo más de una década atrás con la finalización de la guerra civil española.
Uno de los artistas que en Melilla realizó trabajos de talla en madera fue Juan Miguel López que tuvo taller propio en el número 36 de la calle Cabo Noval del Barrio del Tesorillo y por sus méritos había sido galardonado con algunos primeros premios en varias exposiciones así como una Medalla de Honor.
Dedicado también a la decoración de inmuebles y restauración de imágenes. Confeccionó el trono destinado a la Virgen María Santísima de los Dolores, de la Cofradía del Barrio del Real. Primorosa labor en la que contó con la ayuda de otro maestro, el tallista sevillano Ricardo Ramírez Toranzo. El cual en la capital andaluza ya había realizado varios tronos, como los de Nuestra Señora de Monserrat y el de la Santísima Trinidad.
También en Melilla, Ricardo Ramírez proyectó y ejecutó tres tronos para la Cofradía del Barrio del Real y otro para la de Batería J., este último realizado en los talleres del antiguo Cuartel de Automovilismo de nuestra ciudad.
Igualmente en la década de los cincuentas del pasado siglo residía entre nosotros el escultor José María Palma Burgos, de origen malagueño y que entonces contaba veintiséis años de edad. Quien entonces, concretamente en 1954 ya había laborado en Melilla dos altares – retablos y un monumento al Héroe Incógnito para La Legión.

Agradecimiento
Finalmente, desde estas páginas deseamos agradecer a Don Vicente A., doña Encarnación y doña Amparo Rodilla Garrido, hijos del escultor, así como a D. Aureliano Lairón Pla, Cronista Oficial de Alzira y Archivero de su Ayuntamiento, la valiosa información literaria y gráfica facilitada para la confección de este artículo.

Artículo publicado en el diario digital de Alzira, El Seis Doble, el jueve 1 de abril de 2010. Y el domingo 4 de abril de 2010 en el suplemento del diario Melilla Hoy.