lunes, 8 de noviembre de 2010

EDUARDO MORALES DURILLO



1r Teniente de la Policía Indígena de Melilla:
Caballero Laureado de San Fernando

Hijo del Comandante de Infantería D. Eduardo Morales Navarro y de doña Juana Durillo Chico, había nacido en Linares (Jaén), el 4 de agosto de 1892. A los 15 años, ingresó como voluntario sin premio en el Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59, un 23 de agosto de 1907, destino en el que prestó su servicio militar, hasta que una vez superados los exámenes de ingreso en la Academia Militar, ingresó en ella, incorporándose a la Academia de Infantería ubicada en el Alcázar de Toledo, un 4 de septiembre de 1909.
Eduardo Morales

Tras superar el plan de estudios establecido, obtuvo el empleo de 2º Teniente de Infantería el 23 de julio de 1912, incorporándose al Regimiento de Cazadores de Arapiles núm. 9, con guarnición en Alcalá de Henares (Madrid), yendo destinado al batallón mandado por el Caballero Laureado de san Fernando, el Teniente Coronel D. Alfredo Castro Ontaño. Con dicho regimiento, embarcó en Algeciras a bordo del vapor “Canalejas” rumbo a Ceuta. El 23 de mayo de 1913, se incorporaba a la zona de Tetuán.

Rápidamente participa en acciones de guerra ya que actúa en la protección de un convoy durante la ocupación de Laucién, el 15 de junio de ese año, atravesando unos tres quilómetros hostilizado por el recio fuego del enemigo por ambos flancos hasta lograr entrar en la posición. Siete días más tarde, toma parte en el reconocimiento de las alturas del Fuerte Busceja que muy pronto serán ocupadas por su batallón.

No transcurre ni un mes, cuando el 8 de julio interviene protegiendo a las fuerzas de Regulares en la loma de Arapiles durante el ataque al poblado de Samsa y, al mes siguiente, combate por las alturas del Decla hasta el poblado ya mentado (Samsa), dando protección al convoy que se dirige a Laucien.

Por el comportamiento observado y los méritos contraídos en los combates ya citados, es recompensado con la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo, El resto del año, lo pasará en servicio de guarnición y protección a los convoyes en las Lomas de Beni Amaranzo, Loma Amarilla, Llanos de Río Martin, Ben Karrich y Beni Busman y así, hasta finales de enero de 1914 en que toma parte en la ocupación de Malalíen, en el que desaloja al enemigo en un durísimo combate en la Casa del Hoh.

Recibirá en abril, una nueva recompensa por los méritos contraídos y su comportamiento distinguido en los combates del segundo semestre de 1913, la Cruz de la Real y Militar Orden de María Cristina. El 31 de enero de 1914, ascendía al empleo de Primer Teniente de Infantería por méritos de guerra.

Al año siguiente, de forma accidental, pasó a mandar, el 25 de enero de 1915, la primera Mía del Tabor de Policía Indígena de Tetuán, junto a la que combatirá en Monte Negrón y Cudia Federico. Tiempo después, en el mes de junio, bajo el mando del Capitán D. Eleuterio eña, comandante de dicha Mia, vuelve a distinguirse en los combates del poblado de Maidua, el cual tuvo lugar por proteger la construcción del blocao “Kaus”. Esta vez, será felicitado personalmente por el Comandante General de la Plaza.

Tuvo no obstante que marchar por enfermedad a Madrid hasta restablecerse de la misma en agosto de 1915. Una vez curado regresa al servicio, incorporándose al Regimiento de Infantería de Asturias núm. 31, donde permanecerá hasta final de año en que volverá a Melilla.
Encuadrado en el Batallón de Cazadores de Chiclana núm. 23, el 23 de febrero de 1916, formando parte de la columna del General Friedrich, combate en Kaddur, hasta la ocupación de Trincheret, en cuya operación fue citado como “distinguido” en la orden general.

Arribó el 25 de marzo a Monte Arruit junto a su batallón, ocupando Arrof y Tifasor. Más tarde, se le asignó el mando de la 3ª Mía de la Policía Indígena de Melilla y posteriormente, al frente de la 4ª Mía, tomó parte en las operaciones de Chevira, Ifrán, Boara, Dar Bucada y Beni Said, encuadrado en la columna del Comandante Martínez Monje.

Durante la carga contra el enemigo que tuvo lugar en las Casas de Dar Buxada, el 28 de diciembre de 1916, cayó gravemente herido, cosa que no le impidió continuar el ataque persiguiendo al enemigo que huía, hasta recibir una nueva herida que le causó la muerte.
Por los méritos contraídos en el combate y el comportamiento tan distinguido que tuvo durante el mismo, en el parte militar de esta operación, se le consideró acreedor de la Cruz Laureada de San Fernando, la cual le fue concedida tras resultarle favorable la resolución del expediente de Juicio Contradictorio instruido al caso.

Sepultura de Eduardo Morales en el Cementerio de Melilla.
Custodiada por un soldado de Regulares, 2 de noviembre de 2010. Foto Pepe Marqués.

La resolución decía (textual):
“…El día 28 de diciembre de 1916, el primer teniente de Infantería don Eduardo Morales Durillo formaba parte de la vanguardia de las tropas que concurrieron a la operación para la ocupación de Dara-Buzzada (Melilla) al mando de una sección de Caballería de las Fuerzas de la Policía Indígena, cargando con su sección contra el enemigo que las hostilizaba desde las casas de Bu-Rahail; fue el primero en ocuparlas después de una lucha cuerpo a cuerpo, y, no obstante haber sido herido de gravedad en el pecho, continuó al frente de su fuerza con arrojo extraordinario la persecución de aquel hasta darle alcance y dispersarle, recibiendo nueva herida en la cabeza, que le causó la muerte.

El Rey ha tenido a bien conceder al primer teniente don Eduardo Morales Durillo la Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando.
Madrid, 12 de noviembre de 1919.
Tovar…”

Hans Nicolás i Hungerbühler, 3 de noviembre de 2010

1 comentario:

albouca dijo...

Hola buenos días:
Preciso contactar con don Hans Nicolás.
Mi nombre es Alberto Boutellier, mi correo: albertoboutellier@hotmail.com y mi móvil 610743684.
Gracias y un cordial saludo